Creemos firmemente en la posibilidad de un mundo nuevo, donde la libertad y la conciencia de nuestro entorno sean pilares fundamentales. Visualizamos un mundo en el que nuestros alimentos y nuestro cuerpo no sean absurdamente envenenados, sino nutridos y cuidadosamente cultivados por nosotros mismos, fomentando así la salud y la vitalidad.

Imaginamos un mundo en el que la distribución justa de la tierra y la construcción comunitaria de hogares devuelvan el alma a nuestras viviendas, siguiendo las tradiciones arraigadas que nuestros ancestros han practicado durante generaciones. En este mundo, tenemos la capacidad de proveer nuestros propios vestuarios, disfrutar de nuestros hobbies y perseguir nuestros intereses, todo dentro de un marco de autosustentabilidad respaldado por una red solidaria de comunidad, sociedad, vecindario, amigos y familiares cercanos.

Visualizamos un mundo donde la naturaleza es nuestra aliada, brindándonos cobijo, alimentación y asombro, en lugar de ser vista como una fuerza adversa. Más aún, creemos en un mundo donde la libertad y la felicidad son el estándar, y donde nuestras interacciones con los demás se basan en el respeto, la sinceridad y el amor, fruto de haber elegido conscientemente cada aspecto de nuestra existencia y haber encontrado nuestro propósito.

Aunque este mundo pueda parecer utópico, estamos convencidos de que su realización comienza con la implementación de las transformaciones necesarias, una elección que podemos hacer hoy para forjar el camino hacia ese futuro deseado.